jueves, 27 de septiembre de 2012

Sonrisas y personas especiales

Como trabajo de cara al público he tenido conversaciones de todo tipo con la gente a la que atiendo.He tenido chicos flirteando conmigo, pidiéndome cita, consejos, una mujer me ofreció a su hijo que estaba allí mismo , gente a la que le preguntas qué tal están y te cuentan su vida...Pero hace unos días me vinieron dos parejas de personas mayores, y cuando estaban pagando con tarjeta de crédito y la máquina no funcionaba,para quitarle hierro al asunto comenté con mi mejor sonrisa:

-Perdone, es que esta máquina es "especial".
A lo que uno de los hombres me contesta:
-Tú también eres especial .

Yo le miré, sorprendida y le di las gracias con toda sinceridad. Se marcharon a proseguir su visita y ya no les volví a ver. No es que sean las primeras personas que me han dirigido palabras de agradecimiento o me hayan hecho sentir valorada, pero sí el hecho de que usara la palabra "especial".Y sobre todo tras un encuentro tan breve.



No hice nada raro. Simplemente me dediqué a hacer mi trabajo sonriendo y a hacerles sonreír con un comentario estúpido que utilizo cada dos por tres cuando la máquina de las tarjetas falla. ¿Por qué no es más común sonreír o tratar bien a la gente,en general? ¿Por qué quien lo hace es considerado "especial" cuando el no hacerlo es lo que debería llamar la atención?

Llevo unas semanas muy feliz. O más bien satisfecha por mi evolución como persona sobre todo en éste último año. Me falta mucho por recorrer, pero esa satisfacción se ha traducido en un estado casi permanente de felicidad, de sonrisas sinceras en el trabajo a todo el mundo,y eso el mundo lo ve y lo aprecia.

Y no sé si será casualidad o es una consecuencia de las sonrisas, pero se ha reducido el número de personas desagradables que se me acerca.

Sonreír debería ser la norma, no la excepción.

¡Sonriamos ,pues!

domingo, 16 de septiembre de 2012

Saliendo de los atascos

A veces pienso qué pasaría con el mundo si viviéramos en el siglo XIX o incluso a principios del XX. Una ve historias sobre luchas, manifestaciones, gente que cambiaba el mundo ,...La gente creía en cosas y luchaba de verdad por ellas, aun a costa de sus vidas.

Hoy nos encontramos con un mundo adormecido. Debido a la tecnología,a nivel global o en nuestro día a día, si las cosas no nos van bien lo más que llegamos a hacer es quejarnos, culpar a otro, o al mundo o ponerlo en alguna red social.Y al día siguiente hacemos lo mismo.Así nos metemos en una espiral de queja y amargura de la que no salimos y de la que nos creemos inocentes.

Yo he aprendido a que si hay algo que no me gusta o que no funciona, me seguirá sin gustar y seguira sin funcionar a no ser que actúe:
-No puedo quejarme que no me gusta algo en el trabajo y luego echarme atrás a la hora de solicitar un puesto con mayor poder de decisión.
-No tengo derecho a amargarme por  mi estado de soltera si no  hago nada por conocer gente de una u otra forma.
-No voy a conseguir el trabajo que yo quiero si no empiezo a buscar y a adquirir las destrezas que me piden. 
-No voy a lograr que el mando de la tele funcione si las pilas se han terminado y no las he cambiado.

Si no somos capaces de cambiar nuestor rutinario mundo, ¿cómo esperamos marcar la diferencia en el que nos rodea?

Somos dueños de nuestra vida y de mucho de lo que nos pasa.Creo que es hora de admitir nuestra parte de culpa y dejar de culpa al vecino.Siendo humildes y reconociendo lo que hacemos mal, es más sencillo arreglarlo y dejar la amargura atrás.

¿En qué andáis atascados/as?

jueves, 6 de septiembre de 2012

Optimismo de altura


Mucha gente me dice "¡Qué optimista eres!¡Qué positiva!".

Yo les digo que simplemente prefiero ver el lado bueno de las cosas. Entonces, esa gente contesta: " es que yo prefiero ser pesimista para no pegarme el batacazo".

En mi opinión eso no es pesimismo, es COBARDIA.

Miedo a sufrir… ¿qué?¿Decepción porque las cosas no son como las imaginabas? Pues yo prefiero pegarme el batacazo, pero vivir mientras tanto con el entusiasmo y la alegría que me dan esas ilusiones. Porque cuando llega ese temido "golpe" en vez de sufrir, piensas ¿y lo feliz que he sido mientras?

Os lo explico mejor:

Midamos el entusiasmo o la ilusión en metros y la desilusión en los efectos  de una caída. Si vives con una ilusión de 5 metros de altura, pues el porrazo puede doler pero no mucho. Si te caes de 23 metros, el dolor es mayor. Si es de 100 ...

Pero pensad que antes de caer, habréis subido 100 metros,  estado en las alturas,  visto el mundo desde 100 metros de altura, tocado casi las nubes...¿no pensáis que esa sensación que habréis vivido a 100 metros de altura os ayudará a recobraros con mayor rapidez de las heridas?

Hasta que llegue el momento en que aunque os caigáis de 300 metros os recuperaréis en dos instantes y vuestras heridas serán simple rasguños.

Y seréis muy felices.


Feliz fin de semana :)

sábado, 1 de septiembre de 2012

Motivos para sonreír nº2: alargar la vida

Llevo varios días pensando qué dirección quiero tomar en el ámbito laboral en el futuro, a qué me quiero dedicar realmente. No sé cuantas veces he cambiado de profesión en mi cabeza desde que quería ser científica, exploradora, cantante, maestra, poeta, periodista, guía turística, socióloga, diseñadora gráfica, directora artística, escenógrafa,...Claro que una cosa es lo que pensamos y luego lo que encontramos y realizamos.


Sonríe y tu vida puede alargarse 10 años más que si no lo haces.
Creo que es muy importante disfrutar del trabajo que tenemos. Sé que no es fácil encontrar la ocupación que soñamos, pero mientras tanto hay que sacar el mayor partido del que tenemos. Por mucho que nos agobien, que nos sintamos explotados, o que nos agote, estamos la mayor parte de nuestros días y de nuestra vida trabajando. 

Recuerdo una vez en que una compañera de trabajo se quejó a mi jefa de algo sobre mí, algo que no era cierto. Yo andaba ya muy tocada por otros temas y muy sensible, y cuando mi jefa habló conmigo acabé llorando de la frustración que sentía. Me calmé en el baño y en 10 minutos estaba de regreso en mi puesto porque me dije que esa persona no iba a amargarme. Aún con los ojos brillantes y el nudo en la garganta, me forcé a ser aún más simpática y agradable con el público. No tenía sentido estar amargada o cabreada con alguien con quien comparto 35 horas de mi vida todas las semanas, o empezar a odiar mi trabajo ¿no?

Hay cosas que me encantan: la cara de sorpresa de los niños o de los adultos cuando le cuentas algo que no saben, gente que viene seria o agobiada y les haces reír con tu bromita tonta, la de cantidad de cosas que suceden y que dos días no son iguales. Y que el lugar donde trabajo no es una oficina o una tienda ,sino una obra de arte en sí misma.

¿Qué es lo que mas os gusta de vuestro trabajo?Seguro que hay algo. Quedaros con ese pensamiento cuando os levantéis por la mañana pero no perdáis vuestro trabajo ideal de vista y luchad por él.